El regreso de las vacaciones del verano es una época en la que muchas parejas acuden a nuestra consulta solicitando ayuda. Esta es también la época de mayor índice de divorcios, lo cual no es extraño ya que durante las vacaciones tenemos mucho tiempo libre para compartir dando lugar a que los problemas de convivencia surjan o se hagan más fuerte. El principal fallo a la hora de lograr una buena relación en familia es debido a problemas comunicación. Para evitarlo, vamos a darte algunas sugerencias para disfrutar del tiempo libre en familia de manera exitosa.

Vacaciones para compartir el tiempo libre

Nunca perdamos de vista que cada uno de nosotros es un mundo con sus propias ideas, sentimientos, necesidades y aficiones. Lograr armonizar estas peculiaridades de cada uno es lo que hace exitosa una relación. Ya se trate de nuestra pareja, de nuestros padres o hermanos es vital respetar estas al igual que nosotros queremos que ellos respeten las nuestras y seamos tenidos en cuenta.

Si ya existen roces en la relación, habrá que hacer un pacto para que las vacaciones sean placenteras para todos. Quién sabe, tal vez descubramos que a fin de cuentas podemos pasarlo mejor de lo que imaginábamos.

Algunas sugerencias para disfrutar y no sufrir en vacaciones en el tiempo libre en familia.

Lo primero es hablar. ¿Qué os apetece hacer a cada uno? Nadie tiene que sacrificarse, escucharnos para encontrar algo que guste a todos. El egoísmo está prohibido si quieres una buena relación. Las vacaciones son de todos, por lo tanto todos tienen el mismo derecho a disfrutar de su tiempo y a ser tenidos en cuenta.

Llegar a un consenso con actividades que nos gustan a todos y respetar un tiempo reservado para cada uno, si lo necesita. Hay muchas actividades gratuitas que podemos hacer, buscando la que más nos guste. Y si lo necesitas, acudir a una terapia de pareja os ayudará a mejorar vuestra vida.

Terapia

¿En que podemos ayudarte?

El Instituto Carl Rogers cuenta con un equipo de psicólogos y psicólogas que ofrecen una intervención integral y atienden a cada persona en sus diferentes necesidades.

El tratamiento está dirigido a personas de cualquier edad, desde niños hasta adultos mayores, y a familias o parejas, que están atravesando momentos de dificultad y sufrimiento o que tienen la inquietud de crecer o mejorar en algún aspecto de su vida.