Tomar conciencia de nuestro mundo interno es la base para emprender cualquier cambio, al tiempo que comprender que cada persona tiene un mundo interior es clave para mantener relaciones interpersonales de calidad que constituyan una base segura de encuentro y desarrollo.

Por ello, desde el área de Psicología Infanto-Juvenil y Familiar del Instituto Carl Rogers, en Barcelona, te ofrecemos un material específico para facilitar la toma de conciencia de nuestro mundo interior y ayudar a los niños y niñas a tomar conciencia de su propio mundo interior.

Buceando en el mundo interior

Zenaida Aguilar, psicóloga del Instituto Carl Rogers y profesora colaboradora de la UOC, ha elaborado este material cuyo objetivo principal es ayudar a entender a los niños y a las niñas, e incluso nosotros mismos como padres y madres.

Los seres humanos somos complejos, no solo somos la conducta aparente, sino que también sentimos sensaciones corporales y emociones; y tenemos pensamientos y necesidades. Por ello es importante ir más allá de la conducta y explorar junto a los niños y niñas qué hay debajo de ésta. Esto permite poder responder a sus necesidades y les ayudará a que creen autoconciencia y capacidad de gestionar lo que les ocurre.

Los niños y las niñas necesitan que las figuras de apego se muestren con interés hacia ellas, que lo que compartan con ellas sea aceptado y sentirlas cerca.

Podemos establecer un símil entre las personas y los Icebergs.  Somos como un Iceberg en el que se recogen sensaciones corporales, emociones, pensamientos, necesidades… que constituyen una parte importante de cada persona que no se ve, y la conducta que es la parte visible para todo el mundo.

Muchas de estas sensaciones, que conforman la parte invisible del Iceberg, son compartidas por muchos y muchas, algunas otras quizás sean más desconocidas para otras personas. La idea de ofrecer este material es que cualquier padre o madre pueda  construir su propio Iceberg con sus propias sensaciones, pero también con sus hijos e hijas, y que puedan tenerlo en un lugar visible para poder acudir a él cuando algún miembro de la familia se sienta inquieto, removido, sin saber muy bien qué pueda estar pasando por dentro y así descubrir qué puede haber debajo de aquello que vemos.

Con mucho cariño, desde el Instituto Carl Rogers esperamos que este material sea de utilidad. Si os plantea alguna duda, os invitamos a contactar con nuestro equipo.

 

Buceando en el mundo interior