Como siempre, nos gusta aprovechar todo lo que va surgiendo. Nuestro trabajo es utilizar estas reacciones y resistencias del niño, ya que nos dan pistas de cuales son los recursos internos que utiliza para protegerse y desenvolverse en el día a día. Estos recursos le han servido y le servirán para salir adelante en situaciones que se han ido presentado en su vida. Por ello debemos tenerlas en cuenta y reforzar estas iniciativas tan útiles en algunos momentos, pero ahora trabajaremos para desactivar aquellas que no son tan adaptativas.
Razones sobre el por qué explicarle a un niño que debe de ir a un psicólogo y para qué irá:
- Mejora la confianza entre papás e hijos: venir al psicólogo sin que el niño sepa qué es realmente o porqué viene, no tiene sentido. Tarde o temprano acabará comprendiéndolo todo, ya sabemos que los niños son muy listos. Por ello, es preferible que seáis los padres o cuidadores quienes os toméis vuestro tiempo para explicarle porqué vendrá a la consulta, para qué servirá y responder a todas sus preguntas de forma sincera. Esto también depende de la visión que se tenga del psicólogo, en muchos entornos esta figura está muy normalizada, sin embargo en otros entornos existen prejuicios que no favorecen el acudir a terapia.
- Mejora la confianza entre el niño y el psicólogo: la base de nuestro trabajo se fundamenta en el vínculo que se establece entre el niño y el terapeuta, los niños no están acostumbrados a tratar con desconocidos, por ello cuando vienen a consulta deben saber exactamente cuál es nuestro trabajo y qué vendrán a hacer con nosotros. De esta forma, la relación que se establece desde un principio es de confianza y es a partir de ahí donde podremos conseguir acompañarles.
- Les ayuda a tomar conciencia de lo que ocurre: es importante que de una forma muy cautelosa le expliquéis las dificultades que estáis encontrando en el entorno familiar, a su vez motivándoles sobre todo lo que podremos conseguir juntos. Nuestra experiencia nos dice que es importante el trabajo no solo de los hijos, sino que los padres deben de hacer también un ejercicio de mirar a su interior y a su forma de ejercer sus competencias parentales. Así podrán entender que vosotros: papás, mamás y cuidadores no sois perfectos y que pondréis vuestro granito de arena en este proceso.
¿Cómo podemos explicárselo?
Podría existir una fórmula mágica, pero todo depende de la situación que se dé, de la comunicación que exista en la familia, de la edad del niño y de su capacidad de darse cuenta y tomar conciencia.
Lo importante es reconocer que él acudirá con vosotros y que todos estaréis implicados. Si os surgen dudas, el psicólogo os acompañará para que podáis encontrar la mejor forma de hacerlo, ya que algunos estarán encantados de acudir a terapia, pero a otros les costará un poquito más aceptar la noticia.
Zenaida Aguilar Vijande
Área Terapéutica. Infancia, adolescencia y familia. ‘Sala de Valientes’
Graduada en Psicología. Psicoterapeuta infantil, juvenil y familiar con un enfoque humanista integrador que pretende promover los buenos tratos y la resiliencia y conseguir el procesamiento de memorias traumáticas. Docente del Máster de Psicología infantil y juvenil: Técnicas y estrategias de intervención (UOC). Formada en Psicoterapia Centrada en la Persona en el Instituto Carl Rogers y especializada en Traumaterapia Infantil Sistémica (IFIV- Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan). Completando su formación en Acción Social y Educativa en la infancia y adolescencia (U. Ramón Llull-Fundación Pere Tarrés). Formación en Psicoterapia Sensoriomotriz® Nivel I.
Terapia
¿En que podemos ayudarte?
El Instituto Carl Rogers cuenta con un equipo de psicólogos y psicólogas que ofrecen una intervención integral y atienden a cada persona en sus diferentes necesidades.
El tratamiento está dirigido a personas de cualquier edad, desde niños hasta adultos mayores, y a familias o parejas, que están atravesando momentos de dificultad y sufrimiento o que tienen la inquietud de crecer o mejorar en algún aspecto de su vida.