La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos, y se basa en la aceptación y la valoración que hacemos de nuestras habilidades, capacidades y cualidades. Por ello es uno de los componentes fundamentales de la salud emocional de las personas.

Una baja autoestima puede afectar no sólo nuestra visión propia, sino que también influye en las relaciones interpersonales que construimos.

Puede ser un obstáculo para nuestra felicidad y bienestar emocional, pero no es una condición permanente. A través de la identificación de los síntomas y sus causas, podemos trabajar en mejorar nuestra autopercepción.

«La autoestima es el cimiento sobre el cual se construyen todas nuestras relaciones con los demás».

Síntomas de baja autoestima

Aunque los síntomas de la falta de autoestima pueden ser muy diversos, los siguientes son algunos que pueden ayudar a su detección. Es importante tener en cuenta que no siempre son evidentes o extremos, y que cada persona puede experimentarlos de manera diferente.

1. Sensación de no ser suficiente: algunas personas pueden sentir que no son lo suficientemente capaces, talentosas o inteligentes para alcanzar sus metas y objetivos.

2. Falta de confianza: pueden carecer de confianza en sí mismas y en sus decisiones. Pueden sentirse inseguras al enfrentar situaciones nuevas o desafiantes.

3. Necesidad de aprobación: pueden depender en exceso de la aprobación de los demás para sentirse bien consigo mismas. Pueden sentirse ansiosas o preocupadas por lo que los demás piensan de ellas.

4. Autoexigencia excesiva: algunas personas pueden ponerse metas y estándares muy altos y exigentes, y sentirse frustradas o decepcionadas consigo mismas cuando no los cumplen.

5. Comparación constante: pueden compararse constantemente con los demás y sentir que no están a la altura de ellos. Pueden sentirse inferiores o menos valiosas que los demás.

6. Autocritica excesiva: pueden ser muy críticas consigo mismas, enfocándose en sus debilidades o errores y minimizando sus fortalezas o logros.

7. Evitación de desafíos: la poca autoestima puede hacer que algunas personas eviten enfrentarse a situaciones nuevas o desafiantes, por temor a fracasar o no estar a la altura de las expectativas.

8. Baja autovaloración: algunas personas pueden tener una visión negativa y desvalorizada de sí mismas, sentirse poco importantes o sin valor.

9. Inseguridad en relaciones interpersonales: pueden tener dificultades para establecer relaciones interpersonales saludables y satisfactorias, sintiéndose inseguras o no merecedoras de amor y afecto.

10. Dificultad para aceptar cumplidos: pueden tener dificultades para aceptar cumplidos o reconocimiento por sus logros, sintiendo que no lo merecen o que no son verdaderos.

Baja autoestima: Causas

Una persona no nace así, sino que es algo que se va aprendiendo, forjando o integrando con el paso del tiempo. Puede haber muchas causas de la baja autoestima, pero estas son algunas de ellas.

1. Experiencias traumáticas o negativas en la infancia: experiencias de abuso, negligencia, rechazo o crítica constante pueden afectar negativamente la percepción de uno mismo y generar creencias limitantes.

2. Heridas de apego: Las heridas de apego son lesiones emocionales que se desarrollan en la infancia y se manifiestan en la edad adulta en forma de patrones de conducta disfuncionales en las relaciones interpersonales. Estas heridas pueden ser causadas por experiencias negativas en las relaciones de apego tempranas, como la falta de empatía, la aceptación incondicional y la congruencia.

3. Mensajes negativos y críticos en la adolescencia: comentarios negativos, comparaciones con otras personas y expectativas excesivamente altas por parte de los padres, familiares o amigos pueden generar una imagen negativa de uno mismo.

4. Dificultades y fracasos persistentes: la acumulación de fracasos o dificultades persistentes en diferentes ámbitos de la vida, como en el trabajo, el estudio o las relaciones, pueden afectar negativamente.

5. Aislamiento y soledad: la falta de interacción social, el aislamiento y la soledad pueden afectar la autoestima y la percepción de uno mismo.

6. Presiones culturales y sociales: las presiones culturales y sociales, como la belleza física, el éxito económico o la popularidad, pueden generar una comparación constante.

7. Autocrítica excesiva: la tendencia a ser muy autocrítico y a enfocarse en los errores y debilidades en lugar de las fortalezas y logros,.

8. Problemas de salud mental: las personas que sufren de depresión, ansiedad, trastornos de alimentación u otras enfermedades mentales pueden experimentar una falta de autoestima como parte de su sintomatología.

9. Experiencias traumáticas o negativas en la edad adulta: experiencias negativas en la edad adulta, como el acoso laboral, la violencia de pareja o la discriminación, pueden afectar negativamente la percepción de uno mismo.

«La autoestima es el resultado de experimentar y recibir amor incondicional, apoyo y aceptación por parte de las personas importantes en nuestras vidas». Carl Rogers

¿Cómo mejorar mi autoestima?

El punto más importante y sine qua non para subir la autoestima es aceptarse y quererse de forma incondicional. Para eso será necesario conocerse, entenderse y saber qué nos ha hecho ser quienes somos. Conocer el impacto que ha tenido nuestra experiencia en nuestra percepción, en nuestras estrategias de personalidad y en nuestro cuerpo.

Reconocer y aceptar nuestras limitaciones y nuestros errores. Aprender a aceptar nuestras limitaciones, nos ayuda a ser más compasivos con nosotros mismos, y a tener una perspectiva más realista de nuestras capacidades.

Aprender a valorar nuestras cualidades y nuestras fortalezas. Reconocer nuestras habilidades nos ayuda a desarrollar una actitud más positiva hacia nosotros mismos. Es importante recordar que no es necesario ser perfectos para ser valiosos y dignos de amor y respeto.

Rodearse de personas que nos apoyen y nos valoren por quienes somos. Las relaciones interpersonales pueden ser un factor clave en nuestra autoestima, y es importante elegir a las personas que nos rodean con cuidado. Las personas que nos apoyan y nos valoran, nos ayudan a sentirnos más seguros y confiados, y nos brindan la fuerza emocional que necesitamos para enfrentar los desafíos de la vida.

«El cambio ocurre cuando una persona se convierte en lo que es, no cuando trata de convertirse en lo que no es»

Como siempre, en la teoría suena muy fácil, pero en la práctica no lo es tanto. Precisamente por lo hemos visto en punto anterior, la autoestima baja puede venir de experiencias en la infancia, situaciones traumáticas o una autopercepción aprendida y para modificar ese tipo de impactos, a veces, no basta sólo con querer hacerlo. Puede ser necesario reprocesar situaciones, reconocer sensaciones y transitar ciertas emociones. Si sientes que necesitas ayuda y acompañamiento, no dudes en buscar a un psicólogo para hacer este camino contigo.